El incidente (de la que pueden leer la reseña en nuestras crónicas) lo tiene todo para ser una de las películas revelación de la ciencia ficción en 2014. Su paso por los grandes festivales del género así lo atestigua. Es por ello que mantenemos unas palabras con Isaac Ezban, su guionista y director, para que nos desvele en profundidad de dónde nace su obra, sus referentes, por qué encandila desde los primeros instantes de metraje y cuales son sus próximos proyectos.
¿Cómo surgió la idea de El Incidente?
Hoy en día la gente considera cine de ciencia ficción el cine con grandes efectos especiales. A mí me interesaba más como director explorar el cine de ciencia ficción psicológico. La ciencia ficción de personajes, en la que personajes reales con conflictos dramáticos se encuentran de pronto en una situación fantástica. Como ocurría en episodios de La dimensión desconocida o en novelas de grandes autores de ciencia ficción, que yo admiro mucho, como Phillip K. Dick. Con esta idea en mente trabajé en varios guiones para mi ópera prima. A partir mi cortometraje Cosas feas (2010) escribí hasta tres guiones muy ambiciosos que necesitaban de un presupuesto difícil de levantar. De pronto me vino la idea de El incidente y fue una idea tan personal, tan importante para mí, que cuando se me ocurrió no pude parar. Fue un proceso bastante rápido, en octubre de 2012 se me ocurrió el guión, en octubre de 2013 se filmó la película y ahora se está estrenando.
Desde que se me ocurrió la idea la desarrollé sin filtros, siempre he oído que tu ópera prima tiene que ser personal y no es que yo me haya criado en una escalera o en una carretera, pero sí que he tenido mucha fijación por el tiempo, por el paso del tiempo en la vida de las personas. Cuando en una película pasa mucho el tiempo me encanta, me parece ambiciosa, te hace sentir que estuviste toda una vida ahí. Cogí estos dos elementos, este tipo de ciencia ficción y un tema personal como el del tiempo; y me lancé a escribir el guión.
Como director también me gusta hacer referencia a mis influencias y pienso que El incidente tiene mucho de Rod Serling, Phillip K. Dick, Stephen King y en general la literatura de realismo mágico o de obras audiovisuales como LOST, Cloud Atlas, una gran película que me encanta, en incluso de Holy Motors, que se estreno también aquí hace dos años. Podríamos decir que de ahí sale toda la idea para hacer el guión.
Ciertos planos a lo largo del metraje, como los de la escalera mecánica y el niño con el hamster, no están dentro de las dos historias en las que se centra El Incidente, pero sí que parecen mostrar cosas en común con ambas, ¿Puede considerarse entonces que ese incidente es un fenómeno circular?
Me gusta que lo hayáis visto, porque hay mucha gente que no lo nota. Pero sí es cierto, es la única razón por la que yo puse esos planos del niño cogiendo el hamster. El incidente es un mundo alterno en el que los personajes se mueven física y emocionalmente para generar la energía del mundo real y yo quería establecer que incluso en este mundo alterno existe un ciclo. No obstante, la película explica muchas cosas y deja otras a la interpretación, esta una de ellas. Se muestran seis incidentes a lo largo de la película y sí que se podría argumentar a favor de que al final del sexto volvería a comenzar el primero.
¿Qué crees que prima más en los personajes, el egoísmo o el espíritu de supervivencia?
Es el espíritu de supervivencia, pero también la curiosidad. Estas personas tienen una gran curiosidad por salir, durante 35 años sólo han conocido un espacio y de repente les dan la oportunidad de salir. Por mucho que les adviertan, el hecho de salir se convierte a la vez en el fruto prohibido y en la condena. Pienso que a ese respecto tiene un final un poco pesimista, y es que los humanos estamos condenados a cometer los mismos errores una y otra vez incluso a sabiendas de las consecuencias.
¿Podría guardar ese incidente relación con alguna enfermedad mental o estado anímico?
Sí, al estar atrapado en una situación de tu vida, ya sea un problema laboral, familiar, personal… O incluso una enfermedad, estás siempre en lo mismo y no lo resuelves. Definitivamente, la intención de El incidente es ser una metáfora de esas situaciones reales.
En la película aparece en varias ocasiones el libro “El tiempo desarticulado” de Phillip K. Dick, ¿Te influyó a la hora de escribir El incidente?
Sí, por supuesto. A mí me gustan mucho las referencias. Me encantan directores como Quentin Tarantino que siempre está haciendo oda a sus influencias con nombres de personajes, con la música… En ese aspecto siempre que se ha referenciado El incidente, todo el mundo insiste en su parecido con LOST o con Twilight Zone, cosa que me encanta porque me hace saber que mis influencias han sido claras, sin convertirse en copia de ellas, simplemente usando recursos narrativos.
Y con Phillip K. Dick quería que saliera un libro suyo en la película, al igual que pasa en muchos capítulos de LOST. Es más, el propio título El incidente es igual que uno de los episodios de la quinta temporada de LOST, es decir yo estaba referenciando la serie usando para ello un libro de un autor que también me ha influenciado. No es que ese libro en concreto me influenciase mucho a la hora de hacer El incidente, es más bien la literatura y los consejos en general que plantea Phillip K. Dick los que me influenciaron. Porque Phillip K. Dick siempre hablaba de las dos realidades: de un personaje que está en una realidad, pero que en realidad es otra, al igual que los personajes de mi película. Elegí “El tiempo desarticulado” porque su planteamiento también trata el tema de las dos realidades.
¿Qué dificultades te ha supuesto hacer una película con bajo presupuesto?
El presupuesto fue una cantidad pequeña, muy independiente. Empezamos con algunos inversores privados y después tuvimos la suerte de que antes de rodarse la película recibió el premio a mejor guión de largometraje en Guanajuato, en uno de los festivales más importantes de México, y el Fantastic Fest la premió como mejor proyecto. Gracias a todo esto se fueron sumando actores a la película, actores importantes en México, y mucha gente que creía en el proyecto.
Al ser una película tan independiente mucha gente no pudo tener sueldo, sólo los actores y principales personas del rodaje si tuvieron un sueldo algo más significativo. Es por ello que a todos los considero inversores de esta película, considero que se subieron al barco, confiaron en el proyecto y de no haber sido por ellos, toda esta gran tripulación, no lo hubiésemos logrado.
Uno de los mayores retos también fue encontrar el enfoque creativo, gastar el dinero en lo que se va a ver en la pantalla: Una buena dirección de arte, una buena fotografía, una buena cámara, localizaciones, un buen plan de producción, efectos visuales… En definitiva, enfocar nuestros esfuerzos únicamente en el resultado final de la película.
¿Qué tal se plantea la distribución en Europa y España?
Por ahora tenemos una distribuidora mexicana que es Cine Canibal, una de las distribuidoras más interesantes a nivel nacional en México. Estamos cerrando en esta semana las ventas internacionales para distribuir en EEUU y Europa, todavía no podría decir cual es pero estamos trabajando con varios agentes.
¿Qué puedes contarnos de tu próximo proyecto, Los parecidos?
Es una película de ciencia ficción, hay algunos recursos de El incidente pero también hay muchas cosas nuevas y mayor influencia de Twilight Zone. Es una historia lineal de ciencia ficción psicológica ambientada en los años sesenta. Trata de ocho personajes a los que una tormenta atrapa en una estación de autobuses y de pronto sin explicación aparente todos comienzan a parecerse entre ellos. La terminamos de filmar en agosto y estamos ahora editándola, así que esperemos poder verla aquí el año que viene.
Para terminar, ¿podrías darnos una opinión de lo que ha sido el paso de El incidente por Sitges?
Ha estado muy interesante este viaje que acabamos de hacer, porque estrenamos la película en el Fantastic Fest en Austin, en Pusán en Corea y ahora venimos aquí a Sitges. Fue un viaje de tres continentes y lo cierto es que es interesante ver las diferentes reacciones del público. Desde que llegamos nos sentimos como en casa y ayer durante la proyección pudimos comprobar que el público de Sitges fue el más exagerado, el que más vivió la película y el que más la aplaudió, y eso era algo que no había pasado en ningún otro lugar. Por un lado parecían concentrados en la película pero no dejaban de aplaudir y es algo que me gustó mucho.