Un buen viaje
La resaca de los Oscars nos ha dejado el dolor de cabeza habitual. Esta edición no estuvo a la altura de las circunstancias -una vez más- y premió la impostura y el artificio de Birdman frente a ese hallazgo cinematográfico que es Boyhood. Pero mirando el lado bueno, por fin ha terminado la temporada de premios y podemos seguir hablando del cine que nos importa sin el ruido que rodea las estatuillas y las alfombras rojas. De hecho, no se nos ocurre mejor rehabilitación que fumando hierba bajo el sol de California, o lo que es lo mismo: Puro vicio, la vuelta de un cineasta capital como Paul Thomas Anderson. El director norteamericano adapta Inherent Vice, la novela del inadaptable Thomas Pynchon, y el resultado es tan estimulante como inabarcable.
Acompañando el viaje psicodélico que nos proponen Pynchon y Anderson, abordaremos la película desde distintos frentes con los que volver sobre la obra de un director que parece empeñado en contar otra Historia de Estados Unidos. Más allá del relato oficial que construye Hollywood, PTA navega por la contracultura y contra las expectativas del espectador y de todos aquellos que depositaron sobre sus hombros el futuro del cine norteamericano, construyendo una filmografía que insiste en retratar a personajes perdidos en la cara B de su país, como ya hiciera en Boogie Nights, Pozos de ambición, The Master y la presente Puro vicio, los renglones torcidos de un cineasta siempre sugerente y por desentrañar, nunca adocenado.
Mientras damos cuenta en nuestro apartado crítico de los principales estrenos que lleguen a cartelera, se avecina una primavera especialmente interesante en cuanto a festivales se refiere dentro de nuestras fronteras. Comenzamos con el 3XDOC en Madrid, cita organizada por la Asociación de cine documental DOCMA que a lo largo del mes de abril ofrecerá dos amplias retrospectivas, la del cineasta suizo-canadiense Petter Mettler y la de uno de esos ovnis de la cinematografía patria, Daniel V. Villamediana. Seguimos con el Festival de Cine Español de Málaga, que deseamos cumpla su mayoría de edad con la heterogeneidad a la que nos tiene acostumbrados. Cerrando casi sin descanso, que no sin placer, el mes de abril con Play-Doc, Festival Internacional de Documentales que se celebra en Tui, Galicia, que gracias al nivel de su programación y los seminarios que ofrece se ha convertido por méritos propios en una fecha ineludible en el panorama de la no ficción. De California al cada vez más y mejor aliñado mapa de los festivales españoles, sin duda nos espera un buen viaje.
Antonio M. Arenas y Gonzalo Ballesteros