Dear White People [Atlántida Film Fest 2015]

Crisis de identidad

“El papel de la contracultura es despertar a lo mainstream”, dice una de las protagonistas de Dear White People, afirmación que conecta las dos capas que componen la ópera prima de Justin Simien. Por un lado tenemos una afilada reflexión en torno a la prevalencia del racismo en los Estados Unidos de la era Obama, situando los conflictos raciales en el seno de una universidad elitista, cuyo microcosmos sirve de reflejo de la realidad política y social del país. El conflicto se enfoca a través de cuatro personajes con puntos de vista muy diferentes, abarcando desde la postura más reaccionaria a aquellos que parecen abrazar cierta discriminación positiva. Esta decisión, junto al tono de comedia sutil y la diversificación del mensaje hacia reflexiones sobre la identidad y el lugar del individuo en la sociedad, permite a su director y guionista alejarse del tono aleccionador que desprenden algunos diálogos para acabar entregando una visión que no favorece a ninguno de los dos bandos y va más allá de la cuestión racial.

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El envoltorio para este mensaje es el propio del cine indie americano más reciente (no en vano la película viene avalada por premios en Sundance o los Independent Spirit Awards) con una estética dominada por los planos simétricos, el juego con los intertítulos e interfaces electrónicas y una selección musical que demanda el protagonismo a menudo. Lejos de construir una personalidad diferenciada, se trata de recursos que responden a la fagocitación de elementos ajenos (sirva aquí la inevitable referencia a Wes Anderson) hecho que resulta especialmente llamativo en un filme que habla sobre encontrar un espacio propio dentro de la sociedad, lejos de los estereotipos impuestos por otros.

Hace tiempo que la etiqueta de cine indie dejó de suponer una resistencia para acabar siendo fagocitada y convertida en un engranaje más de la maquinaria Hollywoodiense. Por ello podría considerarse estéril el uso de sus formas en una película que aspira a dinamitar ciertos estereotipos, pero la resonancia que se produce entre su fondo y forma amplía la reflexión que plantea sobre la apropiación cultural y cómo la contracultura acaba desarmada en el proceso de ser absorbida por el mainstream.

Puedes ver Dear White People hasta el 9 de julio en el siguiente enlace.

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