Mauro Herce: “Dead Slow Ahead está en la ciencia ficción de forma muy experiencial, en primera persona”

Mauro Herce - Dead Slow Ahead

©Festival de Locarno

Dead Slow Ahead se estrena comercialmente en España el jueves 27 de octubre. Y lo hará con una única sesión doble en el Phenomena de Barcelona junto a Noite Sem Distância de Lois Patiño. El viernes 28 y durante el fin de semana será el turno de la madrileña Cineteca de Matadero, ya en solitario, para a continuación circular por buena parte de la geografía española. Un método de distribución itinerante cada vez más usual, alejado de los cines y próximo a la programación de museos y centros culturales, que permite acercar algunas de las películas más relevantes del cine español contemporáneo. Y es que desde su estreno en 2105 en el Festival de Locarno, donde dimos buena cuenta de ella y logró el Premio Especial del Jurado, la primera película del director de fotografía Mauro Herce (Arraianos, Slimane o Mimosas) ha cosechado un largo y exitoso recorrido por algunos de los festivales más prestigiosos del mundo, figurando entre otros en el palmarés del Festival de Cine Europeo de Sevilla o Doclisboa.

En la breve pero más que concisa entrevista que mantuvimos días antes de su estreno, Mauro Herce reconoce que no le gustan las etiquetas para definir la película. Quizá porque ninguna pueda hacer del todo justicia a su propuesta. Dead Slow Ahead termina siendo mucho más que una inmersión documental en la rutinaria travesía de un carguero por el océano, su ambición por adentrarse en la ciencia ficción y dejarse llevar por el rugir del barco hacia lo desconocido la convierten en una experiencia inclasificable. Abierta al goce estético y sensorial del espectador, más allá de cualquier expectativa, gran metáfora o razón de ser argumental, la película que se encuentra soterrada en sus imágenes y diseño sonoro (sobre el que profundizamos) es una a contemplar en pantalla grande.

¿En qué cambió la planificación inicial al subir a bordo del carguero? ¿Cual era el equipo técnico y vuestro ritmo de rodaje durante el día a día?

Inicialmente quería que fuésemos tres personas, pero al final solo pudimos ser dos. Me habría gustado llevar una especie de asistente, que nos ayudara en cuestiones logísticas y prácticas, pero además había pensado en alguien que tenía cualidades interpretativas notorias y la corpulencia física de un posible marinero. Había escrito algunas situaciones dramatúrgicas muy simples y quería que esta persona interviniera y provocara cosas. Pero cuando conseguí un barco en el que poder rodar me dijeron que el máximo teníamos que ser dos, por lo que me decanté por llevar un sonidista.

Una vez allí en el barco estaba todo el día filmando, soy un obsesivo total de la cámara. Para mí la cámara es un instrumento de pensamiento muy fuerte, es el lugar donde estoy totalmente concentrado, mucho más que cuando estoy escribiendo un dossier, que son aproximaciones más abstractas y vagas. Tienes una idea de la película cuando llegas, pero sabes que lo más valioso lo vas a encontrar en el rodaje. Para lograrlo tenía que filmar mucho, me pasaba 16 o 18 horas al día filmando. No siempre grabando, pero sí al menos con la cámara encendida mirando. En algunos momentos yo le decía al sonidista de parar para no estar tan cansados, pero al día siguiente era él quien venía a buscarme porque no había tanto más que hacer en ese barco que filmar y estar pensando en la película.

Respecto a mi planificación, yo había escrito muchos dossiers porque la fase de financiación duró bastante, además de que fue muy difícil conseguir un barco. El proceso se alargó muchísimo, tardé como dos años, así que hicimos muchas versiones que fui mejorando y alterando de diferentes maneras, tratando de adaptarlo a las distintas comisiones y ayudas. Así que cuando llegué al barco tenía muchas ideas apuntadas en un cuaderno, pero yo sabía que todo eso no era más que una primera aproximación al trabajo. Casi siempre a lo largo del día acababa pasando algo que me lleva a un nuevo camino o a un replanteamiento de lo previsto.

Dead Slow Ahead

Dead Slow Ahead (Mauro Herce)

El guión aparece firmado junto al montador y diseñador de sonido Manuel Muñoz, lo que me lleva a preguntarte por la importancia de la banda sonora, sin apenas diálogos, forjada alrededor de los sonidos del barco, llegando a convertirse en un hilo conductor paralelo a las imágenes. ¿La película se pensó desde el sonido?

No diría tanto, desde el guión no estaba pensado el sonido, pero sí teníamos algunas pautas. Queríamos hacer una película muy musical, un poco sinfónica, también silenciosa, con pocas palabras. Queríamos entrar en una dimensión próxima a algo mental, onírico, acercarnos al inconsciente del barco buscando el lenguaje de los sueños. Por eso evitamos la palabra, para alejarnos de lo descriptivo y cotidiano. Esto te lleva a cruzar fronteras con los géneros. Llegamos a la conclusión de que el sonido era esencial para evitar que las imágenes se volvieran banales y conseguir que fueran ensoñadoras.

Ese trabajo con el sonido se comprueba en la secuencia del karaoke, que en un primer momento vemos de forma diegética, asistiendo a uno de los pocos momentos de la película entrañables y cotidianos, pero a continuación los sonidos del barco y las máquinas se apoderan de la imagen. ¿Cuál fue el método para capturar el sonido y cómo se moldeó en la postproducción?

En el rodaje quedamos fascinados tanto a nivel visual como sonoro por las instalaciones y la maquinaria del barco. Yo soy cineasta de una manera primitiva, me siento más un artista plástico, entre comillas. Lo que me fascina realmente del cine es el sonido y las imágenes en movimiento, algo muy puro. En el barco nos encantaba pasar horas grabando determinados sonidos, el sonidista estaba muy entregado, me decía que estaba grabando cosas que nunca antes había oído. Además, nos llevamos unos micrófonos especiales que capturan la vibración de las cosas y estuvimos experimentando.

El rodaje es más una operación de recolección, percibes cosas que tratas de llevar hasta el final, pero todavía no sabes muy bien qué lugar van a ocupar en la película, por lo que tratas de recolectar un material de la mejor calidad y cantidad posible para dar sentido a todos los montajes posibles que tienes en la cabeza. A la vuelta hicimos un trabajo de sonido e imagen a la vez, por eso creo que el gran compositor de la banda sonora fue en primer lugar el montador de la película. Siempre estuvo muy atento al sonido desde que estuvimos montando, movíamos bloques de imágenes con pistas de sonido y probábamos combinaciones diferentes. El sonido fue algo que desde el principio se trabajó tanto como la imagen. Y a la vez.

Dead Slow Ahead

Dead Slow Ahead (Mauro Herce)

Hablando de la imagen, de la forma de la película, quería preguntarte por la puesta en escena pictórica de las secuencias del océano. Aprovechas el curso de la navegación para dotar al paisajismo del elemento cinematográfico del movimiento, son secuencias que producen un contraste con el resto de la película. ¿Buscabas esa belleza que anticipa algo terrible?

Lo más interesante del cine, o diría de cualquier ámbito, es que haya una cierta tensión entre las cosas. Cuando las imágenes, las películas o las novelas dejan de tener misterio, también dejan de interesarnos, porque en tu cabeza has resuelto lo que te proponen. Para prolongar de alguna manera ese interés y misterio por las cosas tiene que haber una tensión, polos yuxtapuestos. Todo es increíble, fascinante y terrible a la vez. Tanto los paisajes como las máquinas son fascinantes y terribles a la vez. Creo que eso permite que el espectador esté todo el rato tratando de encontrar el sentido de las cosas. Y por lo tanto también generando significados, haciéndolo un poco partícipe.

Sobre los paisajes, por supuesto que había una intención plástica de hacerlos sorprendentes e impresionantes, pero a la vez también son desoladores en su magnitud, esos mares no reconfortan, son inasibles. Contienen la promesa del origen, de que todo es posible, pero también estamos muy perdidos frente a esa naturaleza. Por eso me gusta que toda imagen, o toda asociación de imágenes, contenga los dos polos, el máximo.

Retratas al hombre como una figura en amenaza, deshumanizada por la exigencia del trabajo. Llegado un momento vemos las fotografías y escuchamos las llamadas telefónicas que los marineros mantienen con sus familiares, pero su presencia se va consumiendo por el rugir de las máquinas. La turbina que mueve el barco y al mundo continúa imparable hasta hacerles perder contacto. ¿En qué momento llegaste a esa poderosa conclusión e imagen final?

No lo sé, pero fue una de las pocas ideas que tuve muy claras mientras estaba filmando. Yo mismo llamaba a mis familiares desde el barco y las conversaciones telefónicas se quedaban un poco en mi cabeza mientras grababa el sonido de las máquinas, así que en algún momento pensé que sus conversaciones tendrían que oírse viendo la maquinaria. La imagen de la turbina me parecía una imagen muy eficaz para contar que todo el movimiento y la vida del barco estaban siendo absorbidos por este corazón. Esa fue una percepción que tuve en el rodaje y que no solo sabía que estaría en la película, sino que muy probablemente se trataba del final. La maquina la ha creado el ser humano, no es algo externo a nosotros, se creó en principio para ayudarnos, pero es tan compleja que de alguna manera parece que nos tiraniza y esclaviza.

En Dead Slow Ahead conviven Peter Hutton, Wiseman e incluso Alien. ¿Cómo trabajaste con los géneros y el eco de la ciencia ficción sin salir del documental?

Eran coordenadas de base, no sabía muy bien cómo iba a hacer algunas cosas. Siempre quise hacer una película de género porque me parece interesante en tanto que te permite ver lo cotidiano desde una distancia y reflexionar sobre ello. Quería que la película tuviera resonancias más metafísicas y trascendentes, no quería hacer nada muy descriptivo ni aterrizado. Mientras filmaba pensaba en tener imágenes que pudieran corresponder al género, pero en el montaje lo desarrollamos muchísimo y fuimos desarrollando el concepto. También quería estar en la ciencia ficción de una forma experiencial, muy en primera persona. La película tiene algo de relación con lo real, unir documental y ciencia ficción parece imposible, pero al estar trabajando con elementos reales en algo que se parece a la ciencia ficción, se produce una yuxtaposición de elementos muy curiosa. Eso es lo que me interesaba.

Dead Slow Ahead

Dead Slow Ahead (Mauro Herce)

Por último, la película se estrena este jueves 27 en el Phenomena de Barcelona en sesión doble junto al cortometraje Noite Sem Distância de Lois Patiño. Una sala que reúne excelentes condiciones técnicas y que precisamente está dedicada al fantástico y el cine de género. Me parece un acierto proyectarla allí, veo positivo conquistar un espacio que no está dedicado en exclusiva al cine de autor ni al documental, salir del nicho.

Esa fue una voluntad nuestra, tanto de la distribuidora como mía, querer juntar públicos. Me molestan muchísimo las etiquetas. Que sí esto es arte y ensayo, esto ficción, esto otro documental… Son etiquetas que privan a mucha gente de disfrutar cosas que seguramente le gustarían. La película está en la frontera de muchas cosas, nadie sabe muy bien cómo catalogarla. Y eso desde luego me gusta, no me siento cómodo con ninguna de las etiquetas, creo que al final Dead Slow Ahead es una película que simplemente trata de hablar de algo con sinceridad y contundencia.

Phenomena es un cine que está apostando por un cine de género más multitudinario, pero creo que también es un público que puede disfrutar mi película, no hace falta un gran esfuerzo para vivir esa experiencia. Por otro lado es una película que debería verse en la pantalla más grande posible, cuanto más envolvente sea el sonido y la inmersión en la pantalla, mejor. Me pregunté qué cine reunía esas condiciones técnicas y ellos aceptaron, les pareció una muy buena idea. Hay mucha gente que a priori jamás iría a ver una película denominada de autor y que luego cuando la ve me dice que le ha encantado, por eso es importante unir públicos y romper etiquetas.

A continuación puedes consultar la lista actualizada de fechas y ciudades en las que se verá Dead Slow Ahead

1 Comment

  • Realmente sorprendido . Mauro en tu presentacion fui el primero que comente .que me senti tripulante .que tu y el equipo os mereceis un rreconocimiento. Sabes de sobra mi fascinacion por toda manifestacion artistica.ademas te conozco y puedo dar fe de tu inteligencia y pasion por todo lo que haces. sinceramente mis humildes felicitaciones.Espero y deseo poder charlar personalmente co tigo. Un abrazo sin reservas. quim. por cierto tendremos que pasar por discos 100. haber como estan las novedades.p.d. ESTO ES CINE QUERIDO PUBLICO

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