No deja de parecer una maniobra auto-destructiva, pero Red State no es el simple cambio de registro llevado a cabo por un cineasta a la deriva; es mucho más que eso. Cada diálogo, secuencia, fotograma, está cargado de una gozosa mala uva liberada de todo prejuicio.
La premisa es de lo más estrambótica: en Noruega existen poblaciones de trolls recluidas en bosques por el gobierno del país, que pretende ocultar su existencia a la población por miedo al pánico. A partir de aquí acompañamos a un grupo de estudiantes armados con una cámara en su periplo por filmar a estas descomunales bestias mitológicas