Con falda y a lo loco: Pon música que voy al baño
Según un estudio casero, que he realizado en los últimos meses, una persona acude al baño cerca de siete veces al día, y más de la mitad de ellas, para realizar alguna de sus necesidades vitales: orinar, defecar u orinar y defecar. No es menester avergonzarse por ello, aunque la sociedad y el cine se empeñen en no estar de acuerdo. Ambos se aliaron para crear el tabú que acecha a uno de los santuarios de inspiración más relevantes del hogar: el escusado. Cierto es que hay películas en las que aparece como localización, pero el orden de uso suele ser: Sexo, drogas, asesinatos y, ya si eso, desagüe de necesidades fisiológicas