No deja de parecer una maniobra auto-destructiva, pero Red State no es el simple cambio de registro llevado a cabo por un cineasta a la deriva; es mucho más que eso. Cada diálogo, secuencia, fotograma, está cargado de una gozosa mala uva liberada de todo prejuicio.
La espiral autodestructiva de Paul Giamatti en Entre copas (2004) se encuadra entre los problemas más comunes por los que puede pasar un escritor, relacionados con la frustración de no poder dar a conocer su trabajo porque ninguna persona o editorial se atreven a arriesgar su dinero para poner un libro a la venta. ¿Y qué mejor forma de superar una profunda depresión sino es con la ayuda del alcohol?
La premisa es de lo más estrambótica: en Noruega existen poblaciones de trolls recluidas en bosques por el gobierno del país, que pretende ocultar su existencia a la población por miedo al pánico. A partir de aquí acompañamos a un grupo de estudiantes armados con una cámara en su periplo por filmar a estas descomunales bestias mitológicas