Dead Set
Parecía obvio, casi predestinado, que el encargado de unir en matrimonio definitivo al zombi orwelliano con la idea del Gran Hermano fuera Charlie Brooker, obsesionado de los medios de comunicación de masas, la tecnología y las redes sociales que crearía una serie de relatos tan interesante como irregular, y capaz de lo más ingenioso y lo más tosco, como Black Mirror