televisión
Como todos los trabajos de David Simon, de Show Me a Hero destaca su rigor, herencia de su época periodística, y su reticencia a evocar sentimentalismo o sensacionalismo alguno. Una serie más que sumar a esa lista, no tan extensa, de creaciones televisivas de obligado visionado
No resulta casual que Mad Men, cuyo leitmotiv principal no es otro que la desmitificación del American Way of Life -basado en la mentira, en la vejación de la mujer y en la fragilidad de los sueños-, empiece su andadura en 1960, año en el que se comienzan a cuestionar los modelos neoliberales existentes, y transcurra en el seno del mundo de la publicidad
El cuidado técnico y formal de Mad Men emparenta sus imágenes en belleza con las propias de un anuncio, pero la serie de Matthew Weiner se revela contra los otros principios que vertebran el medio publicitario. Mad Men es una serie entregada a la verdad
Desde el primer capítulo de Mad Men podemos ver cómo hombres blancos heterosexuales dominan tanto el microcosmos de Sterling Cooper Draper Pryce como el resto de la sociedad, sometiendo tanto a mujeres como a personas de otras razas, que se limitan a tener roles secundarios. Y a todo esto ¿dónde están los gays
El pasado mes de octubre concluyó, tras cincuenta y seis horas de historia divididas en cinco temporadas, la serie llamada a devolver la grandeza a la cadena americana HBO: Boardwalk Empire. Auspiciada por Terence Winter y Martin Scorsese, la serie ha transitado el nacimiento, el esplendor y la corrupción de Atlantic City
¿Si un muerto viviente recuperara su conciencia humana y perdiera los instintos asesinos, podría reintegrarse en la sociedad? In the Flesh aborda esta cuestión otorgando tanta importancia al contexto social como a la premisa en sí, dándonos la oportunidad de reflexionar sobre el peligroso poder de la religión, la violencia y el racismo en la sociedad del miedo en la que vivimos
Analizamos la quinta y última temporada de la serie de televisión Fringe, criatura parida por el mismo responsable de la ubicua Lost, J.J. Abrams
Homeland ha sido, con permiso de Black Mirror, la serie revelación de la temporada. Está orquestada por las mentes pensantes de la 24 (2001) de Jack Bauer, y nos cuenta la historia de un prisionero de guerra (Damian Lewis, visto y reverenciado en Hermanos de sangre, 2001) que vuelve a casa tras ocho años de cautiverio en Irak convertido en héroe, y la de una agente de la CIA (Claire Danes) que no lo ve como tal y sospecha que quizá se haya pasado al bando contrario
Black Mirror nos habla del presente situándose no en el futuro, sino en una especie de limbo que nos adentra al otro lado del espejo, ese que refleja los peligros del media. Tres, no tan lejanos, universos paralelos hacía los que el fatídico progreso de la tecnología audiovisual nos puede llevar en el futuro. Aunque en el fondo, se parecen bastante más de lo que nos gustaría a la realidad
Después de una quinta temporada algo inferior al resto, cabía también esperar que nos recompensasen en la siguiente, que volviesen a recordarnos por qué guardamos celosamente el secreto de Dexter, de por qué somos cómplices infatigables de las fechorías y los asesinatos cometidos, en pro de algún tipo de justicia, por este vigilante nocturno