Tim Burton (Burbank, California, 1958) fue estudiante de animación en el California Institute of Arts junto a compañeros del calibre de John Lasseter, Brad Bird o Henry Selick. Sus trabajos escolares le sirvieron para ser contratado por Walt Disney, participando en múltiples films, aunque cuando su talento verdaderamente despertó la atención fue con los cortometrajes Vincent (1982) y Frankenweenie (1984). La carta de presentación perfecta para su, desde entonces, larga carrera cinematográfica.
Popular por haber creado un mundo propio y característico en películas como Bitelchús (1988) o Eduardo Manostijeras (1990), su pasión contando la historia de Ed Wood (1994) y fantasías del tamaño de Big Fish (2003) resultan igual de preciadas que su faceta en la animación, produciendo Pesadilla antes de navidad (1993) o James y el melocotón gigante (1996) como dirigiendo, entre otras, La novia cadáver (2005). Y no creemos que él lo esté, o al menos no del todo. Aunque le arranquen la cabeza, en el universo del director de Sleepy Hollow (1999) cualquiera sabe si lo mejor se ha marchado o está aún por llegar.